martes, 25 de marzo de 2008


Podría escribir frases linda que rimaran entre si, pero no es la finalidad de esto, haciendo memoria y recordando momentos de la vida de mis 31 años, puedo decir que he sido feliz, que provengo de una familia clase media, un matrimonio bien constituido el cual no estuvo ni esta ajeno a los problemas, pero que siempre pudo y podrá solucionar los problemas estando unidos y siempre poniendo el amor que nos tenemos delante de las adversidades. Somos bien aclanados, mis abuelas no esconden su predilección por este nieto, el mayor, que viejo como estoy, todavía me acarician, me rezan y me preparan las comidas favoritas de mi infancia.

Pero del 17 de diciembre a las 21:35 mi felicidad fue modificada bruscamente por una damita, con la que coincidí por casualidades de la vida, impulsado por conocidos de ambos, con la cual labre una amistad sincera desde hace mucho tiempo, pero el destino me tenia preparada una jugada intensa, el juntarnos un fin de semana para divertirnos detono en mi lo mejor del mundo, nació una sensación extraña, de estar contento cuando estábamos juntos, de necesitarla en los momentos en que no la tenia a mi lado, no poder sacarla de mi cabeza, la labor de destruir viejas costumbres, borrar contactos del Messenger, en resumen guardarme para ella. Los sentimientos fueron dueños de mi boca al momento de pedirle que fuera mi polola, sabiendo que habrían problemas e impedimentos, sabiendo que la distancia seria una tema mayor, pero me eche los peros a la espalda y supe de un principio que ella vale la pena, y que si existe alguien en el mundo por el cual se deba luchar es por ella.

Confió que ella me quiera una décima parte de lo que la quiero, por que esa medida sería hasta el fin de los tiempos, por que me hace el hombre mas feliz del mundo cada vez que despierto con ella, cada vez que en la noche abro mis ojos y la veo confiada, dormida, viviendo quizás que aventuras en el mundo de los sueños, sentir su brazos a mi alrededor mientras duermo, el recibir abrazos desprevenidos, el besarnos cada vez que topamos nuestros pasos mientras cocinamos o limpiamos, el recostarnos simplemente para leer, o nuestros momentos interminables de regaloneo antes de irnos a duchar por la mañana, el preparar desayuno para los dos, el salir a la calle de la mano, sabiendo que soy el hombre mas afortunado.

Estoy seguro que la desición que tomamos es la mejor, se que va a costar, pero estando juntos lucharía con lo que fuera para que no le pase nada, si debo de caminar sobre fuego, sobre vidrios con ella a mis espaldas lo haría gustoso, todo para que ella no sufra ni pase malos ratos. El futuro que forjaremos juntos será lleno de momentos felices y no tantos, pero la amo, es lo mas importante y lo mejor de mi vida, así que espero ansioso el momento en que vivamos juntos, tengamos nuestra casa, nuestros hijos, en fin, nuestra vida.

Pa mi cosa negra, te amo!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, duermo confiada a tu lado y los besos desprevenidos es una de las cosas mas maravillosas que tenemos, junto a los abrazos, a las miradas y las conversaciones de proyectos, del mundo y de la vida.

Si, yo también te amo.

Gracias por decirlo así, tan honestamente y tan desde adentro, como eres tu.

Besos

Cristian dijo...

Wowwww... que buena, te felicito entonces. Amar es vivir, y si te sale así, mejor. Bendiciones amigo.

Mayory dijo...

Qué lindas palabras!!, deseo que el amor de ustedes sea eterno.
Saludos.