Las sensaciones y las emociones se agolpan en la garganta, no salen las palabras y solo atinas a levantar la mano para decir adiós, la miras por la ventana del carruaje que la lleva a su origen, por que no decirle que se quede, que labremos un futuro juntos, que los minutos lejos de ella me ahogan, que cuando me tiro en la cama y cierro los ojos veo su cara, su cuerpo, que todavía tengo la sensación de sus labios jugando con los míos, que recuerdo cada palabra dicha al fragor de la batalla, que con ella aprendí que tirar es muy distinto a hacer el amor, que decir te amo es profundo e intenso cuando se siente de verdad, que todas las preocupaciones del diario vivir se iban de mi mente al entrar en mi casa y verla con su sonrisa inmensa en el sillón esperando que llegara, que un abrazo suyo es el remedio para todas las situaciones adversas de la vida, que el amor que salía cuando se recostada en mi hombro era intenso.

Por que no decirle que despertaba en la noche y la contemplaba por horas, recorría sus ojos, nariz y labios centímetro a centímetro, para grabarlo a fuego en mi cabeza, para los días que no estuviera conmigo, por que no decirle que fueron las dos semanas mas importantes de mi vida y que no me imagino el resto de mi vida sin ella.

Pero ella se va, en su carruaje a sus orígenes, espero la próxima venida, para cuando nuevamente la tenga conmigo, la tenga en mi cama, y me sienta el hombre mas afortunado de la tierra, afortunado por tener la posibilidad de amar a una princesa, a un ser mitológico de perfección absoluta. Espero el momento cuando no sea necesario separarnos y que me espere en el sillon para recibirme con su sonrisa inmensa , con sus brazos de angel.