miércoles, 19 de diciembre de 2007

Cruzando los prados, el bosque sereno, busco a mi princesa de la mirada intensa, ojos soñadores y manos perfectas. Cuanto a pasado desde nuestro ultimo encuentro, sus labios aun queman, sus manos colmaron de deseo y lujuria cada pequeño espacio de piel que ella recorrió tan perfectamente, el sonido de sus frases jadeantes son necesarias para el oído, constante motivación del día a día, que hacen que la busque, que hacen que la espere.

El día nublado, el viento que sopla, dos siluetas en la cama, entregándose por completo a las ideas mas locas que alguien imagino, ni el hambre o la sed detuvieron el combate, la constante necesidad de entregar de hacer sentir, de demostrar todo lo que salía del corazón a cada momento en que ella me regalaba una sonrisa, o solamente un beso dulce de sus labios carnosos y bellos, incluso la tierra celosa remeció el piso para ver si podía separar a los amantes de la entrega continua, pero ni los temblores o terremotos mas feroces podían hacer que me despegara de ti, mirar tus ojos perdidos, tus mejillas rosadas.

La sola idea de no poder encontrarla desespera mis sentidos, no poder comerla a besos, no poder recorrerla con mis manos temblorosas, no poder saborear su cuerpo, no sentir sus labios salados después de hacer el amor hace que el aire falte, hacen que la maquina de los latidos quiera cesar su constante labor. La busco en cada nube, en cada silueta, en cada castillo que se cruza en mi camino, pregunto a las hadas, a los elfos y enanos, consulto las runas y a los oráculos, todos me guían al mismo lugar, el reino de mis recuerdos al mundo de mis sensaciones, hasta el nuevo encuentro, hasta que nuevamente estemos juntos.

2 comentarios:

Farfalla dijo...

Nunca comento aquí, pero este post me gustó mucho. Te felicito por el escrito y por las sensaciones, tan bien expresadas. Emociona.

Aynna Dannan dijo...

Oigame, si ella existe, me refiero si está basado en experiencias, no queda más que felicitarlo por esa mujer...

Saludos